martes, 10 de julio de 2012


Espejismo

Una fotografía vieja me recuerda lo poco que te recuerdo. ¿Por qué días como este siempre vienen acompañados de melancolía?
Alguien me dijo una vez que podías verme. ¿Será cierto?
Si yo pudiera verte, completaría la imagen borrosa que de ti ahora tengo. Te pediría que me contaras cómo fueron aquellos diciembres que para mí nunca ocurrieron. Te rogaría que me tocaras para ver si además de verte, puedo sentirte. Y quizá, sólo quizá, te preguntaría “¿Por qué lo hiciste?”.
Hoy me desperté buscándote, así que volví a dormir para encontrarte. Como no te vi, me fumé un cigarrillo lentamente para conectarme con tu recuerdo. Al apagarlo, seguía buscándote, así que tomé aquella vieja foto y te vi. Traté de imaginarte con el cabello más blanco y las entradas más profundas, pero cuando cerraba los ojos la imagen se perdía, seguía borrosa. Volví a abrirlos y recordé esa mañana. Melancolía, melancolía. Melancolía que la fotografía no expresaba. Entonces entendí, por qué días como este se sienten siempre así.