miércoles, 29 de agosto de 2012

Sin título



Soy la sombra que te inspira
soy la estrella que titila
soy el humo que te esconde
soy el verde que te crea.

Soy la voz que más te nombra
soy la hora en que te duermes
soy el ave que te mira
soy el karma en el que crees.

Soy la flor de cactus que hoy se muere
soy la nube que te llueve
soy la luz que no encendiste
soy la noche que te quise.

Soy el ayer que no recuerdas
soy el instrumento que destapas
soy la melodía de tus gemidos
soy el río que te divide.

Soy la montaña en la que gritas
soy la grama húmeda y fría
soy aquella que nunca has visto
soy sólo el verbo que se quiebra.

Quédate un poco


Quédate un poco
sé aquello que busco
sé el sentimiento cristalizado.

Tómame un poco
soy el hielo que se rompe
soy el cactus que se seca.

Siénteme un poco
mis labios se quiebran
mi cabello se convierte en grama.

Acércate un poco
tus notas se repiten
tus muecas envejecen.

Piénsame un poco
que mi imagen sea un recuerdo
que mi sombra nunca se ilumine.

Escúchame un poco
mi voz es musical. 
Personifica mi palabra.

De días como hoy


Hoy soy la nube
que cubrió tu rostro.
Hoy soy el alma incompleta
que sólo tu espejo refleja.

Hoy soy la máscara verde
que no te deja verme. 
Hoy soy más que yo
pero el sol no me ilumina.

Hoy me despido 
en la punta de una montaña.
Hoy escribo sobre otras letras
y el espacio se acaba.

Hoy
yo me acabo
Hoy
sólo tú estás constante.

Alguien


Mientras ella espera
ella es alguien.
Alguien que busca
alguien que siente.

Cuando el cactus le habla
ella cambia
y escurridiza
se esconde.

Camaleón que corre,
para descansar, 
sobre el cactus se posa
y se convierte en espina.

jueves, 16 de agosto de 2012


Sobre lo poco que sé de ti

Si esto es lo único que
de ti conozco,
no eres más que una voz aislada,
que un sonido armonioso.

Si estos versos son
mi único rincón
sólo eres lo que alguien dice de ti.
Un susurro.

Un susurro cálido,
pero susurro,
aislado.
Misterioso.

Que sólo calla cuando
nadie más quiere hablar.
Entonces
eres silencio.

Silencio que no es nada,
silencio que si sólo eres eso
comienzo a mover mis dedos.
Ansiosamente.

Ansiedad que significas tú
que eres más de lo que
ya conozco.
No eres sólo esto.

Eres todo el bien y el mal,
eres armonía y silencio.
Más de lo que aquí escribo
o menos de lo que creo que eres.

martes, 14 de agosto de 2012


Mensaje para un desconocido

Azul y verde.
He quedado ciega,
como el mar uniéndose a una montaña.
He quedado ciega.

Humo,
humo azul y verde,
humo en el que te desvaneces.
Nunca he estado ciega.

Gritos,
gritos que se ahogan
¿de dónde vienen?
¡Salen de mí!
trato de decirte algo.

Mírame,
hombre perdido entre humo y luces.
Soy sólo la sombra del chico
que suda con el brazo arriba,

soy sólo la chica de cabello alborotado
de cantar desafinado
de balbuceo desesperado.

Y tú,
tú eres sólo un susurro escondido
que yo atajé un día sin notarlo,
y ahora,
ya no sé qué hacer con él.

sábado, 11 de agosto de 2012


La hermosa langosta aplastada en la vereda[1]

Desnuda,
ante mí.
Despojaste tu ropa,
en el suelo quedó.

Mírala tú.
Mira como su pecho canta.
Se abre y se cierra.
Suave, suave.

Ella está rota.
Como una langosta aplastada en la vereda.
Pero hermosa.
Mírala tú.

Su cabello llueve.
Se cristaliza en mis manos.
Se sale de mis dedos.
Se evapora en mí.

Su piel de ámbar se vuelve transparente.
Puedo ver sus pulmones
cantando.
Llenos de humo.

De humo verde
que me envuelve,
que me consume,
que me acaricia.

Dime niña de corazón plateado,
¿Qué pretendías con tu llegada?
Me prendí a ti.
Y saludamos al sol.

¿Volverás por mí?
Me he quedado con tu alma.
Mírate al espejo y date cuenta
Que ya no estás completa.

Dime niña de ojos de flor,
has hecho de mí sólo cenizas.
Eres agua,
y me apagaste.

Dime niña de sexo volcánico,
niña de gritos ahogados,
niña de energía omnipresente
¿Hacia dónde vas?



[1] Inspirado en la canción La hermosa langosta aplastada en la vereda de la banda uruguaya Buenos muchachos.